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¿Alguna vez has sentido un aroma que te transportó instantáneamente a otro tiempo y lugar? El perfume que usaba tu mamá cuando eras niño, el olor de la tierra mojada o el aroma de la cocina de tu abuela. Detrás de esta podrosa evocación se esconde un misterio: la memoria olfativa.
Hoy en el blog de The Aroma Trace te contaremos por qué los olores tienen un impacto tan fuerte en nuestras emociones y cómo se pueden utilizar para brindar experiencias sensoruales a nuestros clientes.
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Antes de definir el concepto de memoria olfativa, debes conocer un poco sobre el sistema límbico del cerebro. Este sistema es una red de estructuras entre las que se encuentra el hipocampo, la amígdala, el hipotálamo, la corteza prefrontal, y otras áreas que se encargan de procesar las emociones y la respuesta fisiológica a ellas.
El sistema límbico tiene un papel muy importante en la formación y almacenamiento de la memoria y los recuerdos, especialmente los relacionados con las emociones. Al mismo tiempo, recibe información desde los nervios, incluyendo el olfatorio, que ayuda a regular el hambre, a identificar peligros ambientales o a reconocer a las personas en un grupo.
Cuando un olor es percibido por la nariz, la información viaja directamente al bulbo olfatorio y de allí al sistema límbico, particularmente al hipocampo y la amígdala, donde se procesa y se vincula con la información almacenada. Por ello, es común evocar recuerdos vívidos y emociones intensas de forma instantánea. A esto se le conoce como memoria olfativa.
La memoria olfativa es un sistema complejo y dinámico en el que se almacenan los aromas como parte de una red neuronal amplia, en la que se asocian con otros sentidos, recuerdos y emociones.
Los humanos tenemos entre diez y veinte millones de neuronas que mandan impulsos nerviosos al bulbo olfatorio ubicado en la parte frontal del cerebro, donde los olores se procesan y codifican.
Las neuronas olfativas contienen un tipo de receptor que reconoce a los olores, y si bien se desconoce a qué receptor se une cada odorante, dichos receptores pueden reconocer las moléculas de un mismo tipo o con características parecidas. La estimulación simultánea de los receptores es la que permite percibir distintos olores, los cuales producen una especie de mapa de activación que envía la información a la corteza cerebral.
El olfato se relaciona tanto con las emociones como con la percepción del gusto. Por ello, al percibir el aroma de los alimentos exhalamos para que el aire penetre en las fosas nasales, dejando que las moléculas aromáticas de los alimentos estimulen a los receptores olfativos.
Desde que nacemos estamos expuestos a diversos aromas con los que creamos vínculos emocionales marcados por las experiencias. En esta formación de la memoria olfativa interviene el sistema límbico para clasificar y regular el funcionamiento del bulbo olfatorio.
Un dato curioso es que las neuronas que se encuentran en el epitelio olfativo tienen una vida de 60 días, en promedio. Cuando esas neuronas mueren, son reemplazadas por otras que vuelven a crear conexiones sinápticas para el recambio celular. Sin embargo, con su muerte los recuerdos no desaparecen y el reemplazo de las células mantiene vivos los recuerdos. Por esta razón, el recuerdo de un olor puede durar entre seis meses, pero si volvemos a olerlo después de muchos años lo recordaremos junto con la experiencia asociada.
Por esta razón, la memoria olfativa tiene una característica de inmediatez y largo plazo al mismo tiempo: es decir: los olores activan las emociones de forma inmediata y se almacenan en la memoria a largo plazo, por lo que pueden hacer evocar recuerdos y emociones varios años después con solo volver a percibir el mismo aroma.
Ahora que hemos hablado sobre el proceso cerebral, es importante conocer cómo los olores pasan de ser solo moléculas aromáticas a recuerdos que nos generan emociones. El proceso cognitivo de la memoria olfativa consiste en:
- Percepción de estímulos olorosos
- Asociación de los olores con las sensaciones que despiertan
- Calificación de aroma como agradable o desagradable
- Creación de una imagen mental en la memoria de largo plazo
- Recuerdo de la imagen relacionada con una fragancia
- Asociación de los olores con personas o situaciones específicas
Por este proceso, la memoria olfativa tiene la capacidad de transportarnos por un instante a otro momento, un recuerdo de los días felices o la evocación de un ser querido que no está con nosotros, por lo que puede cambiar nuestro estado de ánimo de forma inmediata.
La memoria olfativa nos transporta a momentos del pasado a través de aromas vinculados con nuestras experiencias. Sin embargo, a pesar de ser una experiencia subjetiva, hay algunas aplicaciones universales que pueden utilizarse para brindar experiencias sensoriales:
- Aroma a pan recién horneado. El olor a pan despierta el apetito, evoca recuerdos de la infancia y mejora el estado de ánimo.
- Aroma a manzana canela. Una fragancia intensa, que enmascara malos olores y tiene la característica de relajar, aliviar conflictos emocionales y combatir el insomnio.
- Aroma a brisa marina. El olor del mar evoca la naturaleza, la frescura de la playa, la tranquilidad del agua y la diversión de las vacaciones veraniegas.
- Aroma a vainilla. Uno de los olores más conocidos, que se encuentra en alimentos, perfumes, cremas, ambientadores y muchos productos gracias a que relaja los nervios, estimula el apetito y mejora la conversación.
Estos y muchos otros aromas se utilizan para crear una atmósfera agradable en todo tipo de tiendas y establecimientos físicos, así como en la aromatización de productos específicos para incrementar sus ventas.
Las personas emitimos y percibimos olores de forma inconsciente, y esos olores influyen en muchas áreas de la interacción social: al comer, en el hogar, en la religión, en el cuidado personal, entre otras.
Los aromas han formado parte de la socialización desde los inicios de la humanidad y las civilizaciones más antiguas. Pero ¿cómo se han construido los significados de los olores? ¿o es que hay significados universales de los aromas?
Los olores pueden representar estatus, asociarse con señales de alerta, estimular el apetito o la atracción física hacia otra persona. Por ejemplo, culturalmente, los escritores y artistas han utilizado el sentido del olfato para crear atmósferas, evocar emociones o asociar personajes y momentos clave.
En la actualidad, los olores juegan un papel clave en nuestra vida: la ropa no solo debe lucir limpia, debe oler a limpio; un auto nuevo no es tal si no huele a nuevo. La belleza se asocia al olor a flores, mientras que la elegancia se asocia al Channel no.5
Los colores, las texturas, los sonidos, los sabores… ninguno de los otros sentidos se aferra tanto a los recuerdos como la memoria olfativa. Incluso un olor puede recordarnos una imagen, un sonido o un sabor debido a las conexiones neurológicas entre el olfato y la creación de recuerdos.
La capacidad única de evocar emociones de la memoria olfativa se ha convertido en una herramienta poderosa en el mundo del marketing. Al comprender y aprovechar este sentido, las marcas crean experiencias más memorables y significativas para sus clientes.
La memoria olfativa es más que una función biológica. Las marcas modernas utilizan las fragancias para estimular las emociones de los consumidores y generar lealtad, estimular sus impulsos de compra o proporcionarles experiencias sensoriales positivas, memorables y que creen una conexión más profunda con sus marcas favoritas.
Además, en un mercado tan saturado de estímulos, el olfato es un sentido poco aprovechado por otras marcas como un diferenciador clave. Las marcas que utilizan un logotipo olfativo logran destacar entre sus competidores, conectar con sus clientes y ganarse su preferencia.
Comienza a aprovechar el potencial de la memoria olfativa en tu marca o empresa. En The Aroma Trace, somos una empresa de aromatización, creamos experiencias sensoriales a través de la aromatización de espacios. Con nosotros encontrarás las fragancias para tu marca, así como tecnologías innovadoras para llevar la aromatización a un siguiente nivel.
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