En el primer volumen de la obra de Marcel Proust “En busca del tiempo perdido”, el narrador abre las puertas a un aluvión de recuerdos y vivencias provocados por el aroma de una magdalena mojada en té. El autor francés compuso una increíble reflexión sobre el tiempo y el recuerdo que detonaba gracias a la unión de olfato y emociones.
La relación entre olfato y memoria es innegable, y el marketing no pierde la oportunidad de aprovecharlo, pero conviene aclarar antes ciertos términos: ¿qué es la memoria olfativa? ¿Y cómo puedes utilizarla para fidelizar a tus clientes?
¿Qué es la memoria olfativa?
Proust no era neurocientífico, pero tenía claro que los aromas son poderosos activadores de recuerdos de todo tipo. Y con esos recuerdos llegan las sensaciones. Y que nuestro mundo interior es mucho más rico gracias a esos aromas y todo lo que son capaces de desencadenar. Pero, ¿sabemos cómo funciona el sentido del olfato? Tiene que ver con la parte más primitiva de nuestro cerebro.
Nuestras células olfativas tienen unas prolongaciones nerviosas que atraviesan su camino por diversas regiones del cerebro para finalizar en el sistema límbico y el hipotálamo, encargados también de la memoria y de las emociones.
Aquí es donde se fija la memoria olfativa y también donde se asocian los olores con distintas emociones y situaciones, tanto positivas como negativas. La memoria olfativa pues, es la colección de olores que recordamos.
Los expertos afirman que la memoria olfativa es persistente y difícilmente se equivoca. También se le atribuye un rol importante en la supervivencia de los mamíferos (y otros tipos de animales) puesto que muchas de nuestras funciones básicas, de inicio, vienen guiadas por información y recuerdos olfativos.
Pensemos por ejemplo en la búsqueda de alimentos, la comunicación y reconocimiento, la atracción y la capacidad de anticipar peligros. Todas estas funciones tan importantes se apoyan en gran medida en la capacidad de identificar olores y asociarlos a un recuerdo (información).
Por tanto, la memoria olfativa, si vamos a lo más básico, es fundamental en la supervivencia de las especies. Una herramienta tan sofisticada y que además nos pone en contacto con emociones diversas no podía pasar desapercibida para los expertos en marketing, cuyo objetivo es incrementar las ventas de un producto a través de la investigación en la comunicación, las necesidades y deseos de los consumidores, etc.
Cómo puedes utilizar la memoria olfativa para fidelizar a tus clientes
Dado que los aromas son difícilmente olvidables o confundibles por nuestro cerebro y también que los guardamos relacionándolos directamente con emociones o recuerdos, podemos jugar, desde la exposición a diversos olores, a modificar estados de ánimo.
¿Nunca te has puesto tu perfume favorito para sentirte mejor? ¿No sientes una inmediata gratificación cuando te metes entre unas sábanas que aún huelen a limpias? ¿Quién no aspira profundamente el olor a pan recién hecho? Los olores activan recuerdos, sensaciones, personas, épocas y momentos.
En este mecanismo se basa la rama del marketing que busca la identificación de marca y la atracción de clientes a través del olfato, ya que las experiencias que pueden hacer sentir a las personas y que pueden activar pueden, también, jugar a favor de un determinado producto o servicio.
El dato no engaña: en establecimientos donde se ha cuidado el marketing olfativo los usuarios permanecen por un periodo de tiempo mayor, por lo que las posibilidades de que se realice una compra o contratación son mayores. Si bien el olfato es un sentido que actúa de forma involuntaria, nosotros podemos decidir a qué estímulos olfativos someter a nuestros potenciales clientes.
Imagina por tanto que no solo los retienes durante más tiempo, sino que además les estás transmitiendo un conjunto de sensaciones tan positivas que la imagen que tienen de tu marca va a quedar grabada en su memoria, y además asociada a un recuerdo o sensación conveniente.
En todas estas premisas se basan las técnicas de marketing que juegan con las capacidades de la memoria olfativa para fidelizar a tus clientes. Apostar por un marketing que vaya más allá del audiovisual es una propuesta acertada, puesto que lo importante -en un mercado en el que las fronteras físicas se han borrado- es lograr que el usuario te recuerde y que ese recuerdo sea positivo.
Además, añadir un extra al proceso de compra o a la prestación del servicio a través del aroma indicado (que puede incluirse en el packaging en compras a través de e-commerce), como es despertar sensaciones a través de una ambientación adecuada te ayudará a tener una fuerte imagen -o aroma- de marca.