Seguramente, al pensar en aromas orientales llegue a tu imaginación calidez, sensualidad, sensación de riqueza, especias y un ambiente exótico que despierta los sentidos. ¡Y no te equivocas! Las mezclas orientales cautivan los sentidos, despiertan la imaginación y la sensualidad con notas ambaradas y sutiles.
Breve historia de los aromas orientales
Probablemente recuerdes en tu libro de historia que, desde el siglo XI, los europeos buscaban la famosa ruta de las especias en oriente para conservar la frescura de alimentos cárnicos, además de aromatizarlos y hacerlos más apetitosos. No pasó mucho tiempo para que descubrieran otras propiedades antisépticas, estimulantes, medicinales y cosméticas, ya que comenzó el desarrollo de la perfumería con especias como la canela, nuez moscada, clavo, pimienta, mirra, entre otros.
En países occidentales (especialmente Francia) comenzaron a mezclarse los olores de las especias con el ámbar, flores, almizcle para crear productos cosméticos que perfumaran pelucas, pañuelos, bálsamos y otras prendas que eran casi únicas de las clases altas y aristocráticas, para quienes el aroma oriental era una forma de demostrar su riqueza. Desde la Edad Media, las técnicas de perfumería fueron modernizándose para dar paso a fragancias orientales que dieron la vuelta al mundo, conquistando los mercados masculinos y femeninos por igual.
¿Cuáles son los ingredientes de las fragancias orientales?
- Canela. Especia dulce de la que se dice que tiene propiedades afrodisíacas, relajantes y que combina con las notas dulces de las frutas y flores.
- Clavo. Un aroma fuerte, intenso y que sirve como base para crear perfumes con marcados acentos orientales en combinación con maderas y vainilla.
- Vainilla. Tal vez te sorprenda saber que la vainilla se obtiene de un género de orquídeas cuya especie se da en regiones tropicales de Asia (y en América, pero esto se descubrió siglos después del inicio las Cruzadas). Su aroma es dulce, seductor, despierta el apetito y evoca recuerdos felices.
- Incienso. Si bien se relaciona con la religión, su aroma cálido y relajante ha permitido su incursión en todo tipo de fragancias.
- Ámbar. Es un tipo de resina creada a partir del ládano, pero también puede obtenerse de forma sintética para obtener un aroma cálido, almizclado y similar a la miel.
Estos solo son algunos ingredientes de los aromas orientales, ¡hay muchísimos de ellos!, y pueden crearse fragancias especiadas con canela, clavo, nuez moscada o vainilla, pero también con flores exóticas como el ylang-ylang, otras amaderadas con ámbar y sándalo, pachulí, cedro y palo de rosa.
En general, estos aromas dan profundidad, son muy duraderos, despiertan todo tipo de sensaciones y pueden utilizarse para aromatizar entornos como oficinas, spa, agencias de autos, tiendas de ropa, restaurantes, hoteles temáticos, agencias de viajes, entre muchos otros lugares, creando grandes y memorables experiencias olfativas.
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